En los besos prodigados sin sentido alguna vez,
en el llanto y el oprobio,
en la espera impaciente, en los descuidos, en el desdén.
y en el engaño tan obvio.
En las horas en que el pecho fue cenizas sin arder.
En el plúmbeo artificio de juntar los huesos y marchar,
en los umbrales sin lumbre al llegar.
En las palabras insomnes.
En mis naufragios y donde sea que yo fije el recuerdo
fue usted alguna vez, mi más dulce anhelo.